jueves, 18 de agosto de 2011

Oscuridad Infinita

Sigues impregnada en cada recuerdo.
Mi piel se eriza a cada momento que te pienso.
Vives tan, tan adentro,
Que me emociono como la primera vez.
Y aunque no te tengo,
Siento que a mis ojos fijamente ves.
Te deje una parte de mí ser,
Y ahora me siento incapaz de volver a nacer.
Ya no he soñado contigo,
Pero te siento en mí cada vez que sonrío,
Cada que mis ojos se humedecen,
Aunque no haga frío.
Sólo tú conocías mis debilidades y fortalezas,
Sólo tú a mi ego acechas,
Y me hacías comprender,
Cuanto me amas también,
Que la vida era una lección,
Estar de pie era nuestra decisión.
Y aunque por ti cayera,
A mi auxilio iba a acudir tu alma entera,
No dejándome ensuciar con la tierra,
Dándonos cuenta de que cuando se ama,
No se erra.
Nuestro secreto un universo encierra.
Nuestras miradas eran tan infinitas,
Que aún anulando el tiempo,
Nunca entendimos el significado de nuestros cosmos.
Nos volvimos tan tontos,
Nos volvimos tan ciegos,
Que nos era imposible ver el resplandecer de la pléyade.
Cada quien habitaba en una diferente galaxia.
Se volvía infinita la distancia.
Terminando todo en nada,
Observando nuestra Andrómeda apagada,
Invisible el Sol de madrugada.
Pese a la oscuridad,
Chocábamos como cuerpos celestes,
Aunque dentro del mismo bosque,
No éramos silvestres,
Éramos distantes,
Ya no era como antes,
Como cuando con una mirada
El Sol en la pupila se reflejaba,
Y era capaz de alumbrar
Hasta el rincón más difícil de penetrar.
Haciendo nuestras suposiciones
Transformarse en realidad,
Haciendo a nuestros planetas
Volverse a encontrar,
En ese universo que habíamos creado.
Pero ahora sólo quedas tú y ese recuerdo en la nada flotando,
Entre la oscuridad que habíamos propagado.
En ese cosmos, que a nuestros ojos, habíamos cerrado.


-Para el ser que fluye en mis entrañas, para la mirada más perfecta. Para la única persona que he sido capaz de amar.