Seguimos así de pálidos
Fingiendo no necesitarnos.
Pero tú sigues con tu necedad de ignorarme
De fingir no amarme.
Finges no desear hablarme,
Pero cada movimiento tuyo es delatante.
Al tan sólo observarme
Podemos exhalar un suspiro delirante.
La conexión física es ''intocable''
Pero la espiritual siempre es constante.
Nuestras almas nos piden emitir sonidos,
Para transpirar esencia edificadora a nuestros oídos.
Nuestro silencio se hace eterno,
Se vuelve de antaño.
Y todo lo que siempre soñamos,
Se destruye cuando nos volvemos como un extraño.
Dejamos de sentir el contacto,
Dejamos de sentir la esperanza.
Todo se vuelve tan imperfecto
Que pareciera que nada encaja.
Podía sentirte tanto,
Podía sentir el anhelo de ambos,
Que ahora yace oculto,
Que ahora se encuentra agonizando,
Que sólo al mirarnos
Podemos sentir que se ha aliviado,
Aunque con esta señal,
No necesitamos más para saber que esto está olvidado.
Todo se ha terminado,
Se ha roto con el último suspiro dado.
Con el último esfuerzo, con nuestro último aliento.
Cerramos así, un ciclo,
Que al principio parecía no tener fin.
Nos vamos de aquí, con todo lo que somos y todo lo que fuimos.
Podría decir que me conformo con una última mirada,
Pero disoneo al no buscarla y saber que ésta sigue inundada
De todo el amor que aún callas.
De un ciclo que no se ha quebrantado en alma,
Pero que retumba en tu pecho,
Que tiene efectos en tu cuerpo.
Sin embargo, la sangre corre físicamente,
Por eso me queda el consuelo de la muerte,
Por si algún día, vuelvo a verte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario