lunes, 19 de marzo de 2012

En la noche me acompañaste

Entre las luces de la ciudad te veo distante, la calle no es la misma si no estás a mi lado,  me hiciste como tú, un momento, un instante, puede cambiar lo que parecía arte. El pavimento alumbrado y la resonancia del viento que ya no escucho; son suficientes para no alejarte, con cada vibración citadina que me enseñaste puedo traer los recuerdos más lejanos y hacerlos vivir en éste hado que desconozco sin ti, y que sin embargo te traen de vuelta junto a mí.
Pues impregnamos tantas calles, tantas tiendas, tantos cafés y semáforos que aunque no vivieses en ellos, vives en mí, en todo lo que veo, en todo lo que soy y fui por ti…
Camino sobre la banqueta, donde mi mano ya no te encuentra, acompañado de esta soledad, de la cual vi inexistente su llegar; pues sigo en ese instante, perfecto, sublime, cuando al compás nocturno me acompañaste…

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